Este libro pone a disposición del del lector los contenidos (epigrafía,
paisaje, ocupación del suelo, necrópolis, santuarios, arte...) que sirven de base para referirse a las Culturas Ibéricas y sus contextos, en plural. En unos casos, el registro arqueológico propiamente dicho se convierte en el argumento de peso a favor de una determinada propuesta; en otros, los paradigmas mantenidos por posicionamientos poscolonialistas, atentos a los procesos activos entre los grupos autóctonos, abogan a favor de una pluralidad con elementos, no obstante, transversales. En este discurso, la cultura artística de los íberos, entendida como un sistema de imágenes imputable a su evolución interna, ocupa un destacado lugar. No en vano es este un aspecto singular, en calidad y cantidad, en el marco protohistórico del Mediterráneo occidental.